Las consecuencias del alcoholismo en una familia se vuelven invasivas, cada uno vive la situación desde su cancha y con sus recursos. Los pequeños en una familia son los más afectados ya que en un alto índice los padres alcohólicos generan un ambiente violento y de inseguridad que los hace vivir siempre ansiosos, tristes y con miedo. No se enferma solo el alcohólico, quienes lo acompañan sufren consecuencias severas.
¿Cuáles son las consecuencias del alcoholismo?
Si tu forma de beber esta perjudicando tu vida familiar, laboral y social entonces es importante que busques un especialista que te ayude, ya que es una enfermedad progresiva.
Aunque no existen datos científicos que determinen el alcoholismo como una enfermedad hereditaria si es importante reconocer que el factor familiar y cultural juegan un papel muy importante para la prevención.
En muchos casos la ingesta de alcohol es culturalmente un determinante social, luego se convierte en un placebo de felicidad que permite evadir situaciones adversas de la vida, sin embargo, con el paso del tiempo el placer que ofrece sustituye o elimina cualquier otra forma de satisfacción, por lo que se vuelve indispensable el estado de euforia que ofrece, pese a los riesgos físicos y mentales que ocasiona la enfermedad.
Es importante identificar cuando nuestro cuerpo empieza a enviar mensajes de alerta acerca de la dependencia del alcohol, es decir, al dejar de tomar el cuerpo lo pide mediante: temblores, migrañas severas, náuseas, ansiedad, irritabilidad y en ocasiones taquicardia.
Buscar ayuda oportunamente puede cambiar tu vida y la de los que te rodean. Tomar cartas en el asunto de forma temprana, es decir en la adolescencia puede marcar la diferencia entre una vida plena y prospera o el inicio de una batalla prolongada e infructuosa. Darles a los adolescentes toda la información sobre el tema: las causas y la consecuencia de la enfermedad les permitirá tomar decisiones oportunas o buscar ayuda si es necesario.
Los excesos son malos, no pongamos en riesgos nuestra estabilidad física, emocional y familiar, reconozcamos con humildad que podemos tener un problema con nuestra forma de beber y actuemos en consecuencia.
Existen profesionales de la salud que atienden este tipo de enfermedad, así como grupos de apoyo que te darán las herramientas necesarias para salir airoso. Reconocer la enfermedad, pedir ayuda y dejarse ayudar hacen la diferencia.
Si tienes algunas dudas sobre este tema, estoy a tus órdenes. Estaré al pendiente chateando en vivo desde mi WhatsApp el sábado de 9 a 10 de la mañana.
Gracias por darte el tiempo de leer mi columna. Sigo al pendiente de tus comentarios y sugerencias, ¿Qué tema te gustaría que abordara? Exprésate, para mí, es un placer compartir contigo…Linda vida.
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Frase de la semana:
“Lo mejor que puedo hacer por el amor que te tengo…es amarme”
Libros recomendados:
La adolescencia y el alcohol, “Mónica Aguirre”
La última copa “Daniel S.”
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