Aurora viste de negro. Llega a mi consultorio cubriendo su cara con el cabello. Las mangas de su suéter cubren por completo sus manos. La mamá con gesto de cansancio camina tras ella como obligándola a avanzar. Pasada la rebatinga la mamá sale de la habitación.
Se queda seria dos gruesas lagrimas ruedan por sus mejillas, intenta reprimir el llanto y de reojo voltea a verme, asiento con la cabeza y como recibiendo el permiso no expresado comienza a llorar desconsoladamente. Unos minutos después, quizá sintiéndose a salvo, levanta la mirada y sin que yo articulara ninguna pregunta ella empieza a vaciar todo lo que puede:
– Tal vez nunca has sentido la soledad como yo, es horrible llegar a casa y sentirse invisible, entender que mis padres solo se preocupan en que tenga un “buen” nivel de vida, y efectivamente nada me falta, viajamos seguido, he estudiado en los mejores colegios del lugar, tengo coche del año, pero el vacío no termina de llenarse.
Suspira tomando aire y luego prosigue:
– He sufrido depresiones severas y hasta este momento por mi insistencia me traen contigo y la verdad ya ni se si quiero estar aquí o no…he tenido episodios de ansiedad en solitario. Empecé a vomitar intentando lastimar mi cuerpo y seguramente de esa manera llamar la atención de mis padres, y nada. Me he lastimado …mira…y sube la manga de su suéter hasta el codo dejando ver la cicatriz. Mis padres aseguran que es pasajero que es por la adolescencia. ¡Maldita adolescencia, entonces!
Luego hizo una pausa breve y me observó ya con un poco de calma. Enjugo sus ojos grandes, expresivos, cristalinos, ansiosos y comenzó a hablar con serenidad. Por primera vez sacó todo lo que sentía, sus miedos, sus emociones, sus sentimientos, se sintió cansada y habló hasta cansarse quedándose dormida en el diván.
Ahora, después de varias sesiones ha cambiado su vestuario, recoge su cabello y sonríe de vez en cuando.
¿Te sientes como Aurora?
Si tienes algunas dudas sobre este tema, estoy a tus órdenes. Estaré atendiendo tus dudas y sugerencias por aqui
Gracias por darte el tiempo de leer mi columna. Sigo al pendiente de tus comentarios y sugerencias, ¿qué tema te gustaría que abordara? Exprésate, para mí, es un placer compartir contigo…Linda vida.
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Frase de la semana:
“No hay mejor herencia que un acompañamiento amoroso”
Libros recomendados:
- El camino del encuentro de Jorge Bucay
- La autolesión, el lenguaje del dolor “Dolores Mosquera”